“Cada día es importante, a cada hora ofrezco mi salvación a los hombres. Tú has de servir a llevarla a los hombres, para alegría de tu Padre que te ama” (Palabra interior).
Estamos llamados a vivir en el “kairós”; es decir, estar conscientes de que HOY es el “tiempo propicio” y el día en que se ofrece la salvación a los hombres (cf. 2Cor 6,2). El camino hacia ella está abierto: “Si escucháis HOY su voz, no endurezcáis vuestro corazón” (Sal 95,7-8).