“DELÉITATE EN EL SEÑOR”

“Deléitate en el Señor, y él te dará lo que pide tu corazón” (Sal 36,4).

Deleitarse en el Señor significa tener acceso al Corazón del Padre y alegrarse en él. Esto no se refiere tanto a la alegría por lo que el Padre ha hecho y sigue haciendo por nosotros, sino más bien a deleitarse en Dios mismo. Él nos ha abierto su Corazón, de modo que podemos morar en él y movernos en su amor. La profundidad de esta alegría proviene del encuentro directo con nuestro Padre. Su amor se comunica a nuestra alma y la impregna, y ella exulta de gozo en el Señor. El amor divino despierta todas sus potencias.

leer más