La verdadera reverencia

Ez 43,1-7

En aquellos días, el ángel me condujo hacia el pórtico que miraba a oriente: vi la gloria del Dios de Israel que llegaba por la parte de oriente; emitía un ruido como de aguas caudalosas, y la tierra resplandecía de su gloria. Esta visión era como la que yo había tenido cuando vine para la destrucción de la ciudad, y también como lo que había visto junto al río Quebar. Entonces caí rostro en tierra.

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